Soy la que articula el pensamiento
que no te pienso; contar, ni aún con palabras.
Hay ciertos pensamientos para los que no existen palabras,
yo hago palabras que no existen para ellos,
y siguen sin existir.
Hago gestos y muecas para decirte
y mi cara deja de existir.
Hago abrazos para explicarte
y mis brazos se encuentran de vuelta en mi espalda
y no estás.
Canto para demostrarte lo que siento
y de mi boca sale un trapo,
un zapato y después.
Hago un baile, algo ridículo, ritual.
Grito y mi voz es minúscula
y mi vergüenza mayúsucula
Hago un poema, lo termino
y todavía no sé
qué te quiero decir.
Ay... qué angustia. Necesitar desesperadamente al otro y no saber cómo decírselo...
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