jueves, 10 de septiembre de 2009

Lorenzo

Pavoroso
Privilegio
Pensar
Que pudieras necesitarme
Y que no pudiera estar.

Porque tu risa resuena y golpea las paredes de mi alma
y las derrumba y las desarma
y es tu misma risita la que las levanta
y las pinta con crayones y palotes y algo más.

Porque tus manos son tibias y se amoldan a mi cara
y me queman y me abrazan
y me curan con caricias, pegoteadas,
regordetas, siempre abiertas para dar.

Pavoroso
Privilegio
Pensar
Que pudieras necesitarme
Y que no pudiera estar.

Porque tus ojos se clavan y pinchan a mis palabras
Y tus cejas son dos arcos que disparan
Las flechas de tus miradas, encantadas
Intrigadas, curioseando y algo más.

Porque tu vida es mi vida y yo sin ella no existía,
No era, era nada, aunque yo no lo sabía,
Sentía que algo latía, juntito a mi corazón
¿Quién a quién le dio la vida? Eso me pregunto yo.

Pavoroso
Privilegio
Pensar
Que pudieras necesitarme
Y que no pudiera estar.