¿Por qué me duele tanto este dialogar conmigo misma
y darme cuenta que una de las dos miente?
¿Pero cuál? ¿La de la razón, la del pánico?
¿La vida se me escapa o me escapo de la vida?
Me da miedo morir tanto como vivir
¿Por qué mi cuerpo acata a la de la locura?
Mi corazón galopa y se dispara,
la de la razón no atina.
Tan empecinada en juzgarme insuficiente
¡Suficiente!
este sentirme indigna de tanta maravilla que no me deja ser
¡feliz!
esta boca seca que se llena de palabras que no salen
que se estancan por la garganta
que me ahogan de silencio y de pensamiento
este no poder vivir sin ser conciente de lo efímero de mí.
Arcada tras arcada camino hacia la noche
noche baja, densa, espesa de autos que no paran
luces rojas que se van, blancas que se vienen encima
la humedad en el asfalto lame mis pasos
se los quiere tragar, hundirme
lamida de cemento, no de cachorro
¡Inocente!
este querer reunirme hacia mi centro
este intentar no desdoblarme, fragmentarme y reflejarme
al revés
espejo de la que no soy
ESTE SER ATRIL QUERIENDO SER MUSICA
este ser tallo queriendo ser flor
aguijón que crece hacia adentro
envenena la miel de mi esperanza
amenaza sacrificarme, entrada al atrio
salida ventricular,
ventrílocuo de lo que callo hacia afuera
hacia las que no soy, lo que no existe
la del ir y venir de mí hacia mi misma,
la de la montaña, la del mar, ram, mar, ram, mar...