lunes, 29 de junio de 2009


Soy la que articula el pensamiento

que no te pienso; contar, ni aún con palabras.

Hay ciertos pensamientos para los que no existen palabras,

yo hago palabras que no existen para ellos,

y siguen sin existir.

Hago gestos y muecas para decirte

y mi cara deja de existir.

Hago abrazos para explicarte

y mis brazos se encuentran de vuelta en mi espalda

y no estás.

Canto para demostrarte lo que siento

y de mi boca sale un trapo,

un zapato y después.

Hago un baile, algo ridículo, ritual.

Grito y mi voz es minúscula

y mi vergüenza mayúsucula

Hago un poema, lo termino

y todavía no sé

qué te quiero decir.

Para Gino, a quién hubiera querido conocer...

Gastadas las suelas de tanto volar
los cordones de tu alma se desataron,
seis dulces huellas tu vida escoltaron
seis tristes ojos te miran zarpar.

Insostenible horma detiene tu andar
de este mundo verde tus pasos pasaron,
en cuanto en tu alma el talento notaron
te llaman, tu arte quieren contemplar.

No hay quién a las puertas no esté ya asomado,
para que le rindan celestes honores
Miguel los ejércitos ha organizado.

Ofrece su rostro Quien todo ha creado,
le tiende blanquísima mano la Madre
y el Niño sonríe al zapatero alado.

jueves, 25 de junio de 2009

Dichoso Júpiter


Soy como la Tierra

sólo tengo una Luna.

Trato inútilmente de salir de mi órbita

alcanzarla, abrazarla

pero no llego

me quemo

la muerte amarilla

la llama

la sostengo cuanto puedo

pero no llego

no a acunarla.

Miro de lejos estas vidas, que fueron vidas mías

y están tan lejanas que me son ajenas

y algo que resuena me lleva a mirarlas

y tengo que dejarlas rápido

antes que la llave gire y otra vez se abra

la puerta que estaba cerrada.

Una luz leve entra

por debajo de las puertas

pero no ilumina, esa luz no ilumina

sólo resalta las sombras

me dice que al final, mi vida no es mía

que me la quitan, me la van quitando

cada vez que me dejan

nunca me llevo algo

siempre se llevan de mí.

jueves, 18 de junio de 2009


Sé quien soy, pero hay demasiadas cosas que no recuerdo de mi vida. Días y días que están ya, y para siempre en la oscuridad, extinguidos. Cuántas cosas que dije y ahora no son más que mutismo, y tantas otras que vi y son sólo ceguera. Música que nunca más voy a escuchar y letras que no voy a memorizar.

¿Cuántas palomas escuché cantar entre los pinos, en las mañanas húmedas de mar? Aún no son suficientes para aprender su canto, apenas logro reproducirlo en mi cabeza y se pierde completamente antes de llegar a mis labios (la vida no alcanza). Lo mismo que me pasa con tu cara. Esa cara que me es tan familiar como la mía misma y sin embargo, no logro dibujarte si no te tengo en frente.



Ando siempre asomándome tras de mí, espiando a ver que pasa, asustándome de mí misma cuando atisbo un poco más de lo que quisiera mostrar, o ver, o ver qué pasa al mostrar.


Siempre quise ser "Gorda", pero no logré no ser "Negra" o a lo sumo "Negrita", pero siendo siempre "Ate". ¿Si no puedo siquiera hacerme llamar como quisiera, cómo espero poder ser quién quisiera? ¡QUE COSA TAN ESTUPIDA!



Vi pasar caminando por la calle a la que debí ser. Quise anotar rápido cómo era, para no olvidarme y poder ser como corresponde. Entonces busque desesperada una hojita y una lapicera en el caos de mi cartera y me puse a escribir apurada, mientras corría para llegar a tiempo. Un auto casi me pisa.

Ella tenía un tatuaje en el empeine. Iba por la peatonal con sus auriculares, cantando a voz en cuello una rumbita flamenca que yo sabía. Ella sabía que todos la miraban y le encantaba. Con su ropa semi formal y su pelo colorado.

Ella camina y canta

Yo camino y escribo

en algún lugar del tiempo algo pasó

no soy ella-yo

pero creo que igual soy linda!

Mascarón de Proa


Embarcada en la vida de un mazazo,

surcando océanos de dolor,

sin poder bajarme en ningún puerto.

La primera en recibir las tormentas

con las manos atadas

¡torpemente pegadas a mi cuerpo!

Si pudiera siquiera usarlas una vez,

y secarme la sal de los ojos.

¡Podría ver!

no sólo mirar hacia adelante.


¿Cómo explicar las cosas por qué lloro?

un señor gris en el subte

gris pero cuadriculado de verde, fucsia, amarillo y beige,

pantalón manchadolavandina, zapatos sin medias plenoinvierno.

Una madre rubia peloantiguo,

acaricia la cara de su hija adolescente -ella no la corre-

Una hoja atravesada rayodesol, verde distinto a todas las demás.

Pared inmaculada iluminada,

se recorta contra cielo plomo, oleoreciénpintado.

¿Por qué me duele tanto este dialogar conmigo misma

y darme cuenta que una de las dos miente?

¿Pero cuál? ¿La de la razón, la del pánico?

¿La vida se me escapa o me escapo de la vida?

Me da miedo morir tanto como vivir

¿Por qué mi cuerpo acata a la de la locura?

Mi corazón galopa y se dispara,

la de la razón no atina.

Tan empecinada en juzgarme insuficiente

¡Suficiente!

este sentirme indigna de tanta maravilla que no me deja ser

¡feliz!

esta boca seca que se llena de palabras que no salen

que se estancan por la garganta

que me ahogan de silencio y de pensamiento

este no poder vivir sin ser conciente de lo efímero de mí.

Arcada tras arcada camino hacia la noche

noche baja, densa, espesa de autos que no paran

luces rojas que se van, blancas que se vienen encima

la humedad en el asfalto lame mis pasos

se los quiere tragar, hundirme

lamida de cemento, no de cachorro

¡Inocente!

este querer reunirme hacia mi centro

este intentar no desdoblarme, fragmentarme y reflejarme

al revés

espejo de la que no soy

ESTE SER ATRIL QUERIENDO SER MUSICA

este ser tallo queriendo ser flor

aguijón que crece hacia adentro

envenena la miel de mi esperanza

amenaza sacrificarme, entrada al atrio

salida ventricular,

ventrílocuo de lo que callo hacia afuera

hacia las que no soy, lo que no existe

la del ir y venir de mí hacia mi misma,

la de la montaña, la del mar, ram, mar, ram, mar...