Minuto Tanguero

Siempre supe el género musical de nuestra historia,
Aún cuando no teníamos memoria
Y mi vida era todavía mía.

Y que bronca en la boca haber acertado
y este sabor negro de haberme dejado
de tener que vivir a capella
y con el corazón desafinado.

Minuto Flamenco

Ya muertas estas manos

de tanto dar y dar

se eleven sobre tus manos

Estériles

cobardes manos.

Que yo sin manos puedo vivir

¿y tú sin corazón?

NUNCA MAS VUELVAS A SOÑAR ESO

Que terrible es la noche si sueño

lo que soñé anoche

porque un pedacito de mi alma se queda

en la oscuridad para siempre

Y soy menos cuando me despierto.

¿Será por eso que quiero

dormirme de tu mano

para que en esas horas

en que estamos separados

aunque sea nuestros cuerpos no se suelten?

Necesito saber que tu alma

aun ronda la mía,

que se asoma a mi vida

desde tus ojos de lluvia

cuando me miran.

Y que traidores son mis párpados

cuando se cierran

y me dejan sin tiempo sin verte,

perderte de vista me pierde.

¿Y cómo hacer de cuenta

que no siento este sentir,

que de mi espalda hacia atrás

nada existe,

si mi corazón no resiste

que estando el tuyo en este mundo estemos separados?

Triste en inglés se dice Yellow

¡Color, color!
La vida es color y yo esperaba verde
¡pero me faltó azul!
Destiñiéndose en mis días
se fue tornando amarilla.
Amarillo insolente
como la mano que punza mi suerte.
Desde ese día
de cielo incandescente
de sol bruto, plástico.

Vos cadavérico, bilis, viscoso,
te cambiaste por mi desesperanza.

Para Caco en su cumpleaños Nov-2007

No la sangre
que entrelaza historias,
nutre el lazo
de estas dos memorias.

Lo que une estas vidas
no es genética ni ciencia,
no es sino la propia vida,
que trabaja con paciencia.

No nos ata; nada nos obliga,
que me quieras ni quererte
siente el alma que mendiga
es natural, ocurre al conocerte.

Ni nombre hay, ni tampoco ley que rige
si siento que mayor valor reside
no a quien toca, sino a quien uno elige
cuando no el parentesco, el corazón decide.

Mientras siga la vida estampando
los trazos con un solo movimiento,
tu risa mi tristeza matizando
y en estas letras mi agradecimiento.

¿Querés que te cante una canción de un tren?

(a Nico, mi ahijadito adorado, en su tercer cumpleaños)

Yo conozco un duendecito, que maneja un tren
con ruedas de caramelo y por bocina un cascabel.
Es un trencito muy largo, y tiene muchos vagones
algunos llevan chupetes y otros llevan algodones.

Este duendecito canta, cuando llega a la estación,
le dicen "El Felpudito", se duerme en cualquier rincón.
Chucu - Chucu - Chucu - Chu el trencito va silbando
y Nico por la ventana, a todos va saludando.

Es el niñito más tierno, de los ojos más azules,
sus manitas son tan suaves que se parecen a tules.
Esconde tras su sonrinsa unas cuantas estrellitas,
es dulce como la miel, como patas de abejitas.

Su trencito va bailando por vías de chocolate
cruza un río de Coca-Cola, esto ya es un disparate!
Yo termino este poema y me visto de polizón
para viajar escondida dentro de su corazón.

A JUSTINO (mi sobrino del corazón en su primer cumpleaños)

Tus manitos son dos soles

con diez rayitos de luz,

tus orejas caracoles

con sombrerito andaluz.

Tu vocecita canta

en lengua de cascabeles,

si los angelitos te hacen

cosquillas con sus pinceles.

Tus ojos dos duendecitos

ocultos tras tus pestañas,

que hacen sus juguetitos

con cáscara de castañas.

Los pasitos de tu baile

los inventó la alegría,

los hoyitos en tu cara

los soñó la picardía.

Si te cuento un secretito

que lo sepas en tu día,

que es por tí Gurrumincito

que está loquita la tía!

María Luisa

(A Coca)

Ella da batalla,

defiende su reino de harina y sal

sus manos son sus armas

su armadura un delantal.

No mira atrás ni retrocede,

no sabe de dolor ni de cansancio,

no hay tregua nunca en sus quehaceres

y en el trabajo encuentra su remanso.

Cara de olor a pan y flor silvestre,

como ellas, humilde en su linaje,

dispuesta a seguir aunque le cueste

gritándole a la vida: ¡Al abordaje!

MARGARITA

(A mi ahijada Margarita)

En el cielo hay un jardín
del que se escapó una flor,
hecha de sol y de nubes
que parecen algodón.

Apenas un pimpollito
llegó para el carnaval,
agua clara de arroyito
nos trajo para brindar.

Es la niña más bonita
del campo y de la ciudad,
pétalo blanco de luna
que aleja la oscuridad.

Botoncito color ámbar
perlita de brisa y mar,
mi corazón se hace cofre
para poderte acunar.

NIÑO

Niño

Niño niño niño

niño, niño mío.

Todavía no sabes saltar

y apenas

unas palabras

esbozan tus labios, tu boca.

Niño.

Mío

ojos de lluvia,

pestañas de terciopelo.

Mío

voz de cántaro

de río.

Háblame

con tu alma

mi niño.

A María Volonté

I
Duele ver a María, duele como los ojos que se llenan de sol y quedan ciegos ante la luz, acostumbrados a vagar por la mediocre oscuridad, duelen de pura belleza.
Duele ver a María, verla ajena, duele no ser María.
Duele María en el escenario, duele la cruel bondad de su contradicción, duele que sea natural el estudiado movimiento de su seducción.
Duele ver a María tanto como duele oírla, duele oírla cantar hasta por su brazo, mientras desgarra el aire con los huesos de sus manos, y lo cura con su voz.

II
¿Se engaña la vista ó es cierto que sus hombros son el blanco y negro del color?
Porque en ellos las luces y las sombras se recortan furiosas.
¿Se engaña el oído ó es cierto que en notas se torna el tórax ó en tórax se tornan notas?
Porque ese canto no es más que ella misma, que es también la música.
¿Se engaña el olfato ó es cierto que ahí están los jazmines en su pelo, que no es sino las mismas rosas?
Porque qué sino un jardín, puede albergar pensamientos.
¿Se engaña el tacto ó es cirto que cuando cantando un tango cierra el puño, en él no cabe ni el vacío?
Porque ni el aire se atreve.
¿Se engaña el gusto ó es cierto que están salados mis labios?
Porque reconocen en un instante el nombre indecible de los cinco sentídos en una sola sensación.