viernes, 19 de agosto de 2016

Pipina
(para Pilar Flamma)

Anda por las alturas,
Una pequeña salvaje
Con su paso zigzagueante
Va recorriendo el paisaje.

Tiene un tatuaje en el alma
Que cambia con cada luna,
Y se disfraza de calma
Si un ronroneo la acuna.

Ojazos de chocolate
Escudriñan con recelo,
Lista para el combate
Antes de tocar el suelo.

Mi niña dibuja sombras
Y las pinta con colores
Y vuela de alba en alba,
Ligera como las flores.

Si  pudiera abrazarla
Con un ala protectora,
Me desplumaría el miedo
A que ella se sienta sola.
Espejo
(para Cecilia Caviglia)


¿Quién es esa que me mira sonriente?
¡Que criatura insolente!
¿Cómo se atreve siquiera a esbozar
una noche sin luna en sus ojos?
¿Cómo un manto azabache la cubre?
¿Y un río rojo le surca la frente?
Me sostiene entre dos avecillas,
con sus diez plumas frías de plata.
¿Cómo yo que he vivido mil caras
me he rendido ante esa mirada?
Acróstico 
(para la menos bruja de las brujas)

Cuando la oscuridad más ciega se desliza,
Encendiendo la noche de las almas,
Crujen los huesos despertando,
Infinidad de tumbas, vacías van quedando.
La bruja se examina ante el espejo,
Indignada recibe su reflejo,
Ante tanta belleza ella se espanta!