Hice las
paces con el viento.
Sobre todo
cuando se acerca entre los árboles.
Nos
reconciliamos ahí,
en el punto
en que me toca
y dibuja la
frontera de mi ser,
ahí donde
me separa del resto del universo,
donde el
aire deja de ser invisible.
Casi
llorando nos amigamos,
ahí donde
me despeina,
donde hace
mi música favorita,
ahí
el viento
entre los
álamos.